La tenacidad de Raúl para hacer esta actividad ha sido muy positiva para la vida saludable de la clase, el zumo hecho por ellos y ellas, sabe mucho mejor, y han aprendido mucho, empezando por recoger las naranjas que creían que eran necesarias para hacerse un zumo, pesando las naranjas enteras, la seño las corta y contamos las mitades, vamos pasando uno a uno a realizar la tarea, dejando recogidos los restos, echamos en los vasos, lo probamos y rectificamos, enjuagamos los vasos para reciclarlos en la pintura, nos lavamos las manos y nos vamos en orden a hacer la plastilina.
He valorado después lo que hemos aprendido: a estimar el número de naranjas que podemos comernos en un zumo, a comparar el peso de las naranjas según su tamaño, a contar naranjas enteras y en mitades, a esperar el turno, a recoger lo que manchamos, nuestras fuerzas en las manos, esforzarnos en la tarea y terminarla, a probar lo que hemos hecho, y dejar algunas para otro día.
Gracias a Raúl por traer su exprimidor y sus ganas de hacer zumo. A Samuel por haber traído tantas naranjas, a Alvaro por apoyar la actividad que proponía Raúl durante una semana... y a todos y todas porque hemos disfrutado otro día de la educación divertida.
Os dejo las fotos en la presentación naranjas y plastilina.
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